El miércoles 20 de Mayo, a las 20.30 hs., nos juntamos en el hogar para compartir y celebrar el paso de la wiphala del Sínodo 2014 por nuestra Congregación.
Hablamos acerca del significado de la wiphala, que surgió desde las comunidades de los pueblos originarios como un símbolo de la diversidad y la armonía. También vimos que simboliza todo lo que tiene que ver con la unión de l@s pequeñ@s para lograr la fortaleza: el cooperativismo, la diversidad sexual, etc.
Junto a la reflexión de Efesios 4:1-16, compartimos la experiencia de la formación de la wiphala a partir del trabajo en grupos en el Sínodo en Tres Arroyos.Compartimos las oraciones propuestas por la Comisión de Liturgia y algunos cantos.
Hicimos la inauguración de los baños de la planta baja a través de una bendición a todas las personas que colaboraron para que esto fuera posible y también la vida del Hogar, la comunión y el resultado de los esfuerzos de l@s jóvenes.
En el altar había otro elemento más: la araucaria que fue entregada a Berenise, en el culto de Noviembre como parte de la Campaña de Navidad 2014. La araucaria fue un regalo de la Fundación Protestante Hora de Obrar en el marco del Sínodo.
Era el momento para transplantarla en el patio. Por eso, de la mano de Berenise, fuimos en grupo afuera.
Walter cavó el hoyo y luego la joven puso la planta en la tierra. Algunos de los presentes trajeron agua y se terminó de plantar.
Una vez finalizada la tarea, tod@s aplaudimos como una expresión de alegría y gratitud por las muchas cosas compartidas esa noche.
De alguna manera la araucaria, que es una planta de crecimiento muy lento, es un símbolo de la tarea de la iglesia. Es un árbol que crece en lugares bastante inhóspitos, que logra dar un fruto muy nutritivo a pesar de los fuertes vientos, el frío y la sequía. La Iglesia, y sobre todo por estos lugares también logra salir adelante y dar testimonio, aunque lentamente. El Hogar, "La Casa de Lidia" es uno de estos testimonios, y los frutos son estos jóvenes que con esfuerzo buscar dar un giro en sus vidas a través del estudio, pero también las mejoras que se van logrando lentamente en la casa.
Después de finalizar la actividad compartimos una cena a la canasta, en donde entre charlas y risas cerramos una noche muy especial.
Ahora la wiphala va rumbo a Tres Arroyos, todos parte de una cadena que tiene como cierre el Paraguay y el Sínodo 2016.
Estela y Walter
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