Nuestro Hogar, hoy, está albergando a seis estudiantes, cuatro chicas: Eli, Claudia, Carolina y Berenice, y dos chicos: Alan y Andrés. Andrés es el único que ha quedado del año pasado, así que es el hombre de experiencia allí.
Nosotros, Estela y Walter, lo estamos acompañando desde el año pasado, momento en el cual, renació la idea de hacer las reformas edilicias pertinentes para un mejor funcionamiento. El arquitecto Raúl Ayala Torales ha diseñado el proyecto, que fue analizado por la Junta Directiva de la IERP. Las reformas contemplan una ampliación del Hogar hasta lograr una capacidad máxima de 24 estudiantes, hoy día es de tan sólo 8 chicos, en habitaciones de a dos.
Este proceso que estamos viviendo es muy interesante y a la vez todo un desafío. Es una felicidad para nosotros poder acompañar a la Congregación durante este camino. Hay mucho por hacer, pero vamos a empezar de a poco. En cuanto el calor no nos agobie como en estos días, vamos a tener una jornada para arreglar el jardín, ya que más parece un matorral que otra cosa. Después queremos acondicionar el quincho para poder hacer nuestras reuniones en un lugar más espacioso, y para que los chicos tengan un lugar para distraerse, despejarse y descansar. El lugar el amplio, pero algo descuidado, pero ya va a quedar lindo y aprovechable.
Con buena voluntad y ganas, este año le cambiamos la cara al Hogar. Por ahora cambió el interior y se llenó de vida.
Estela Andersen, pastora.
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